Diagnostico, prevención y tratamiento de los tejidos que soportan los dientes que son la encía, el hueso y el ligamento periodontal.
La salud bucodental no se limita solo a los dientes, las encías también juegan un papel crucial en mantener una sonrisa radiante y funcional. La periodoncia es una especialidad de la odontología que se enfoca en el diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades periodontales, que afectan las encías y las estructuras de soporte de los dientes. En este artículo, exploraremos qué es la periodoncia, los problemas más comunes que pueden afectar a las encías, los tratamientos disponibles y cómo en nuestra Clínica Dental, podemos ayudarte a mantener una sonrisa sana y duradera.
La periodoncia es una rama de la odontología que se ocupa del estudio y tratamiento de las enfermedades que afectan las encías y las estructuras que sostienen los dientes, como el hueso alveolar y el ligamento periodontal. La salud de las encías es esencial para una boca sana, ya que son el sostén de nuestros dientes y les proporcionan la base necesaria para mantenerse firmes y en su lugar. La periodoncia se enfoca en mantener la salud de las encías, prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades periodontales, y en restaurar la función y estética de la sonrisa.
Si observas que te sangran las encías, tanto cuando te cepillas como incluso de manera espontánea, es una pista de que tienes las encías enfermas. Además del sangrado, también podemos observar otros problemas como inflamación, encías muy rojas, dolor al cepillar o tocar algunas zonas e incluso mal aliento (halitosis). Para poder saber cuáles son las causas, es importante acudir a un periodontista, que nos haga un correcto diagnóstico y así poder solucionarlo en la mayor brevedad posible. Dentro de las enfermedades periodontales podemos encontrar la gingivitis como proceso inicial o la periodontitis o piorrea, cuando evoluciona a un problema bucal más grave. Dentro de las causas podemos encontrar una mala técnica de cepillado en casa, que favorece el acúmulo de sarro y cálculo en las encías y superficies dentales, algunos medicamentos, genética, tabaco, etc. y la combinación de estos y otros factores.
Dependiendo de la patología gingival que presente el paciente, el tratamiento puede ir desde una higiene/profilaxis profesional en clínica para casos iniciales de gingivitis, complementado con enseñanzas de higiene oral para que se aprenda de manera correcta una técnica de cepillado eficaz, hasta cirugías de acceso para problemas de periodontitis o piorrea severos, realizando previamente siempre un tratamiento básico periodontal mediante los raspados (curetajes).
A veces realizamos también estudios microbiológicos, para saber cuáles son las bacterias que presenta el paciente y poder recetarle el antibiótico más adecuado en cada caso.
El raspado radicular es el tratamiento a realizar en los casos de periodontitis/piorrea más avanzados para eliminar las bacterias causantes de la enfermedad periodontal. Este procedimiento también se conoce como curetaje de encías. Consiste en la descontaminación y eliminación del sarro, cálculo y la placa bacteriana que se ha acumulado por debajo de las encías, formando lo que se conoce como bolsas periodontales. Sin dicho tratamiento, la inflamación crónica que genera la presencia de estas bacterias produce la destrucción del hueso que soporta el diente con un deterioro de la encía que lo recubre.
Este tratamiento es realizado por especialistas en periodoncia, equipo formado entre la higienista dental y el periodontista. Se combina una limpieza bucodental profesional y el uso de la cureta para acceder al espacio por debajo de las encías, las antes mencionadas bolsas periodontales. El tratamiento se complementa con la enseñanza de las técnicas de higiene oral por parte de la higienista, de manera que el paciente aprenda a mejorar su cepillado bucal en casa y se mantengan los resultados a largo plazo tras el tratamiento.
Las troneras son esos espacios o triángulos entre los dientes, que reflejan falta de encía en esa zona, pudiendo ser el resultado en algunos casos de problemas de salud oral. Suelen suponer un problema estético para la mayoría de los pacientes.
La aparición de estas troneras pueden deberse simplemente a una determinada morfología de los dientes o en muchos casos como consecuencia de la evolución de la enfermedad periodontal. La acumulación de bacterias provoca con el tiempo una retracción de las encías. Otras veces estos espacios pueden aparecer tras el tratamiento, ya que se elimina el sarro que había entre los dientes y que camuflaba esa pérdida de encía y por la propia desinflamación de los tejidos.
Una de las principales causas de dicha retracción es un cepillado traumático, por lo que el diagnóstico y cambio en la técnica de cepillado son clave para detener el proceso. También se asocian a una evolución de la enfermedad periodontal por un deterioro tanto del hueso como de la encía que rodea al diente, que deja ver la raíz que previamente estaba cubierta, generando además un problema estético para muchos pacientes. Si además el paciente es fumador, estas recesiones se dan con más frecuencia y con mayor rapidez debido a los efectos nocivos del tabaco.
Para poder tratar estas recesiones, lo primero será eliminar la causa, de ahí la importancia del diagnóstico por un buen periodontista. Después, para intentar recuperar esa encía perdida, a veces, es posible gracias a un injerto de encía u otro procedimiento de cirugía mucogingival.
Unas encías sanas son el signo de una adecuada salud bucal, para ello deberemos mantener unos correctos hábitos de higiene oral realizando una técnica de cepillado que sea efectiva para eliminar las bacterias que forman la placa blanda, antes de que consiga consolidarse y solidificarse en forma de sarro/cálculo, que ya necesitaremos una profilaxis profesional en consulta. Asimismo, con la eliminación de restos de comida, ya sea con un cepillo manual o eléctrico, ayudamos a prevenir la aparición de caries. Como ya hemos mencionado, lo ideal es utilizar un cepillo de cabezal pequeño y de dureza media y no realizar movimientos bruscos y agresivos para evitar la retracción de las encías. Como los cepillos no llegan a todos los sitios, hay que complementar la limpieza con seda dental o los cepillos interproximales según el espacio entre dientes y de colutorios bucales.
Recuerda que una alimentación variada, rica en nutrientes y vitaminas como C, K y B2, contribuyen a unas encías sanas y fuertes.